Renacimiento

   La figura humana se convierte en centro y medida de todas las cosas. El estudio de la anatomía incluso la realización de ayuda a los artistas a comprender la realidad del cuerpo humano y sus mecanismos de movimiento, de manera que lo representan de forma más realista pero normalmente, idealizada.

Dominio de la perspectiva y de las técnicas compositivas.

Los efectos de luces y sombras como el claroscuro o la grisalla. De ahí técnicas nuevas como el esfumado, efecto brumoso, técnica en la que destacó Leonardo da Vinci.

En el Renacimiento la tendencia era llevar cejas  finas y  tez muy blanca haciendo también uso de los coloretes. Las mujeres depilaban la frente para darle amplitud y las cejas al punto de hacerlas desaparecer. Se maquillaban los ojos, los ojos se delineaban con negro, mientras que los párpados eran coloreados con  azul o verde y los labios llevaban colores rojos intensos en forma de corazón. También solían pintarse lunares, ya que se consideraban estéticos.