Aunque la teoría gestáltica apareció más adelante, los pintores impresionistas mostraron plásticamente lo que la psicología de la Gestalt vendría a demostrar psicológica y científicamente más adelante: perceptivamente si se dan ciertas condiciones, partes inconexas dan lugar a un todo unitario. El uso de pequeñas pinceladas de colores puros resultó en un todo vibrante; y, aunque las pinceladas aisladamente no obedecieran a la forma o al color local del modelo, en conjunto, al ser percibidas global y unitariamente, adquirían la unidad necesaria para percibir un todo definido. Este recurso fue llevado al máximo por los neoimpresionistas, también conocidos como puntillistas.
Revelador, en este sentido, es el origen de la palabra maquillar, que empezó a utilizarse en España en esa época: procede de una jerga teatral francesa para referirse a la caracterización de los actores (por cierto, en inglés, se dice make up: algo que evoca a la construcción, a la fabricación).